La revisión anual ginecológica carece de fundamento científico
La cuestión es, pues: “Y entonces, ¿por qué van las mujeres al ginecólogo todos los años a que las exploren vagina y “alrededores” (útero, ovarios, genitales externos, mamas y demás) visualmente, bimanualmente, con ecografía y/o con análisis?.
No se sabe bien.
La revisión ginecológica anual carece de fundamento científico como han demostrado reiterados y recientes trabajos
Desde luego, no es por su salud, ya que la revisión anual produce más daños que beneficios.
Quizá sea por una sensación de seguridad al ser exploradas en zona tan esencial, femenina y privada.
Quizá sea la consecuencia de un afán biológico femenino por supervivir y así asegurar la supervivencia de la prole.
Quizá sea por los miedos atávicos al enfermar en esas zonas y lugares tan recónditos y “ocultos” incluso para su propia dueña y señora.
Quizá sea para que los ginecólogos sigan teniendo trabajo.
Quizá sea un “síndrome de Estocolmo”, una dependencia enfermiza con el torturador que amenaza y amedrenta con males miles en caso de no obedecer ciegamente.
Cabe que sea todo ello y mucho más. Pero la revisión ginecológica anual carece de fundamento científico como han demostrado reiterados y recientes trabajos. Por ejemplo: