KÉFIR

28.07.2015 11:09

 

El Kéfir es un producto bebible de leche fermentada. Se dice que la palabra Kefir, proviene de la palabra turca “Keif”, que significa “sentirse bien” o “buena cara”.

Las 7 súper-propiedades del Kéfir

1: Combate la anemia

2: Palia el ardor de estómago

3: Previene la arteriosclerosis

4: Previene la osteoporosis

5: Previene los cálculos renales

6: Fortalece el sistema inmunológico

7: Evita infecciones intestinales

 

En líneas generales fortalece, posee un alto poder desintoxicante y reestructura el equilibrio ácido-básico del organismo. También es ligeramente estimulante, por lo que su uso es adecuado contra el cansancio y el estrés.

Se ha utilizado satisfactoriamente en enfermedades degenerativas, ya que al regularizar el proceso digestivo se incrementa la eliminación de las toxinas que tienden a ocasionar este tipo de patologías.

La base para obtener el kéfir, es la leche cruda de diversas procedencias, empleándose en el Cáucaso la de yegua, entre las de búfalo, oveja, cabra y vaca, sometida a la fermentación alcohólica acidular. En esta operación no solo se transforma el azúcar de la leche, si no también la albúmina y la caseína; se trata pues de una peptonización en cuyo se pierde cal y ácido fosfórico al propio tiempo que se produce una hidrólisis. Se forman además, diferentes sustancias, como ácido láctico y carbónico, mecánico y butírico y acético.

Propiedades y beneficios

Desde el punto de vista nutricional, el kéfir nos aporta un amplio espectro de vitaminas, minerales y aminoácidos, pero lo realmente interesante es que se trata de un alimento probiótico. Esto quiere decir que tiene en su composición “microorganismos vivos que, administrados en las cantidades adecuadas, aportan beneficios en la salud del organismo del que los ingiere”, según la descripción más utilizada entre la comunidad científica.

Entre los beneficios de los probióticos encontramos, principalmente, que:

 

-Potencian que la microflora intestinal se mantenga equilibrada y en orden.

-Tienen propiedades antibióticas y antifúngicas (contra los hongos).

-Hacen que el sistema inmune sea más fuerte y esté preparado para luchar en caso de que se produzca una infección.

-Ejercen una acción protectora contra microorganismos patógenos que entran en nuestro organismo.

-Neutralizan las toxinas que provienen del exterior y las que produce nuestro cuerpo.

-Nos ayudan a hacer una mejor y más rápida digestión de los macronutrientes (proteínas, grasas…) permitiendo que sean mejor asimilados por el estómago.

-Descomponen de modo más sencillo la lactosa (azúcar de la leche), la cual a muchas personas les produce desórdenes intestinales o incluso intolerancias alimenticias.

Sintetizan mejor las vitaminas presentes en los alimentos.

El kéfir regenera parcialmente la flora intestinal, facilita la digestión y elimina problemas de estreñimiento. Incluso suelen tomarlo algunas personas con intolerancia a la lactosa, para lo cual deben comenzar con pocas cantidades e ir aumentando paulatinamente, siempre observando las reacciones del organismo. La alternativa de fabricarlo con leche de soja tiene el inconveniente del inhibidor de la tripsina que esta contiene, lo que puede degenerar en retardos digestivos. También se usa para regenerar la mucosa del estómago, y tópicamente para tratar problemas cutáneos como los eccemas.

Y otros como:

  • reumatismo
  • asma
  • estreñimiento
  • hipertensión arterial
  • artritis
  • úlceras gástricas
  • mala digestión
  • mala absorción de los alimentos
  • enfermedades inflamatorias crónicas
  • tratamientos pre/postoperatorios
  • útil como complemento en enfermedades como cáncer o sida

·         

Pero las propiedades que más se buscan en el kéfir son la regeneración de la flora intestinal, combatir el estreñimiento, mejorar las digestiones, combatir inflamaciones crónicas de intestinos, hígado, enfermedades renales, catarros, asma o fortalecimiento del sistema inmunitario entre otras.

 

Existen tres tipos de kéfir, de leche, de agua y de té, es la misma microflora pero cada una adaptada a un medio diferente y dando como resultado distintas bebidas, la primera una especie de yogur, la segunda se asemeja a una limonada con gas y la tercera a una bebida de hierbas.

 

Pero ¿qué es el kéfir?.

Se trata de un hongo, una combinación de bacterias probióticas y levaduras en una matriz de proteínas, lípidos y azúcares, que se nutren con el líquido en el que se encuentra sumido y que le provoca la fermentación.

 

El kéfir más común es el de leche, éste se conserva en leche fresca en un bote hermético y a temperatura ambiente (± 20º C). Debe permanecer así entre 24 y 36 horas, nunca más de 48 horas. Se cuela el líquido que es para consumir (se debe conservar en el frigorífico hasta el momento de tomarlo) y el hongo se vuelve a guardar con leche repitiendo el mismo proceso todos los días, por lo que tendremos kéfir de leche a diario para introducir en nuestra dieta. Se recomienda que el hongo se enjuague con agua tibia una vez por semana.

 

La bebida obtenida contiene una baja graduación alcohólica, menos del 1% y puede tomarse sola, es como una bebida de yogur suave pero ligeramente más ácida, también se puede añadir miel o azúcar, hacer queso…

 

La cantidad de leche a añadir para la proporción de hongo de la que se disponga deberá decidirla el consumidor, el hongo crece y cada cierto tiempo hay que retirar una parte para que no resulte una bebida extremadamente ácida, es por esta razón que por tradición el kéfir se regala, pasando de unas personas a otras, pero si no conoces a nadie que lo tenga, puedes adquirirlo en herboristerías.

 

Al ser un producto ácido hay que tener en cuenta que no debe entrar en contacto con metales, y si durante algún tiempo quieres dejar de tomar kéfir, puedes conservarlo unas semanas en el frigorífico guardado en agua sin cloro y con azúcar, o bien limpio y escurrido, metido en una bolsa de plástico en el congelador, e incluso deshidratarlo dejándolo al aire sobre papel de cocina hasta que no esté pegajoso. En este caso, tardarás en recuperarlo dos semanas, durante las que deberás cambiar la leche cada dos días.

Composición

Las bacterias que se han identificado son:

  1. Lactococcus lactis subsp. lactis
  2. Streptococcus thermophilus
  3. Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus
  4. Lactobacillus helveticus
  5. Lactobacillus casei subsp. pseudoplantarum
  6. Lactobacillus brevis

 

Las levaduras u hongos son:

1.    Kluyveromyces marxianus var. lactis

2.   Saccharomyces cerevisiae

3.   Candida inconspicua

4.   Candida maris.4

Precauciones

1.    No bebas cualquiera de los kéfires (leche, agua o té) si observas algún cambio anómalo en la textura, olor o sabor.

2.   Sé muy cuidadoso con la preparación del Kombucha (kéfir), porque puede contaminarse con moho y ser peligroso para la salud.

3.   Utiliza siempre elementos de máxima calidad (leche de buena procedencia, por ejemplo).

Kéfir preparación

La cantidad de nódulos por cada litro de leche depende de la consistencia que quieras darle al kéfir. Cuanta más cantidad de nódulos más espeso quedará este. Utensilios necesarios:

Frasco de vidrio con tapa con una capacidad 1/3 superior a la cantidad de kefir que se desea elaborar. Piensa que durante la fermentación se produce dióxido de carbono y por tanto en el frasco ha de quedar 1/3 sin líquido para que pueda contener este gas.

Colador preferiblemente de plástico. Lo materiales metálicos, especialmente aluminio, no son estables en ambientes ácidos como el del kéfir.

Frasco o jarra de vidrio para guardar el kéfir una vez elaborado.

Fermentación:

Se introducen en el recipiente de vidrio los nódulos de kéfir y se rellena con leche según la cantidad deseada y el tamaño de los nódulos, siempre dejando 1/3 del frasco vacío según se ha indicado antes. Se tapa y se deja en un lugar preferiblemente sin luz y a temperatura ambiente. Se puede dejar en penumbra pero nunca con Sol directo.

 

El proceso de fermentación puede durar lo siguiente:

 

·        Entre 18 y 24 horas: Sabor suave. Efecto laxante.

·        Entre 36 y 48 horas: Sabor fuerte y especialmente amargo. Efecto astringente.

 

Colado y conservación:

 

Una vez se haya producido la fermentación se procede a colar el kéfir para separar los nódulos. Mediante un colador de plástico se cuela la mezcla y el kéfir resultante se introduce en el frigorífico donde puede conservarse hasta 14 días. Los nódulos se vierten directamente y sin enjuagar en el frasco de vidrio inicial y se empieza de nuevo el proceso.

 

Una vez a la semana los nódulos se deben enjuagar con agua tibia antes de volver a realizar el proceso de nuevo. Kéfir preparación.

 

Los nódulos irán creciendo con el tiempo. Cuando haya demasiados nódulos se separan los que sobren y se pueden regalar a otra persona para que comience su propia producción.

 

Fuentes:

https://educalibre.info/?p=7163

https://www.salud180.com/enforma180/kefir-y-sus-beneficios

https://www.proyectopv.org/3-verdad/alimlecheyogur.htm

https://kefircomprar.com/kefir-de-cabra/

https://kefircomprar.com/kefir-preparacion/

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