El Espíritu no está en el cuerpo. El cuerpo está en Nuestro Espíritu.
Al elevar las vibraciones pasamos a Sentir y Vivir más en Nuestro Espíritu, como acercándonos en forma de fluidos al Espíritu, con lo que la creación de Nuestra realidad es mucho más maleable y fácilmente cambiable.
Así es más fácil dirigir la Vida.
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